viernes, 23 de septiembre de 2011

CHOCOLATE DE LA ABUELA

Entre mi casa y el colegio apenas había 150 metros de distancia.Y un poco antes estaba la casa de mi abuela Nana (Encarna).
Cada vez que pasábamos por allí para ir a clase,estaba asomada,como cogiendo el relevo de mi madre que nos habia perdido de vista hace 5 metros desde la ventana de nuestra casa.
Alli estaba con la cuerda de la persiana ultralarga que utilizaba para hacernos bajar algo para merendar en el recreo.
Si el envoltorio era plateado,el premio era chocolate.Si era papel de periódico el que se veia atado a la punta de la cuerda,era un bocadillo de alguna cosa de esas que ella no podia comer,generalmente jamón.

Donde ahora se ve un solar inmaculado,estaba la casa de mi abuela.Grande,de techos altos,de escalera señorial,con alcobas y pasillo en forma de Y. Era como la casa para jugar,para escondernos y pasar algo de miedo por algunas de las lúgrubes habitaciones.El mini castillo encantado.

Recuerdo perfectamente a la yaya Nana.De negro,con su moño,oronda,viendo pasar la vida.O sentada alrededor de la mesa camilla o apoyada en la barandilla del balcón de los geranios.Sin otra cosa que hacer que aguardar la hora de entrada al colegio para que el jaleo de los críos rompiera la monotonía del que ya no espera nada y sonreir durante unos minutos con gesto de complicidad mientras esa cuerda con chocolate descendía hasta nosotros..

Shhhhh!,no le digais nada a vuestra madre,eh??
                                           

No hay comentarios: